Vie. Mar 29th, 2024


Mª Carmen Carvajal.

Estamos estudiando las tres culturas que dejaron su huella en la Málaga medieval: la musulmana,la judía y la cristiana.

Visitamos Cañete la Real porque Aurora- nuestra profe, claro- tenía interés en que viéramos el castillo árabe que hay allí, reconstruido totalmente hace poco años por una Escuela taller, pero que exactamente contempla las murallas, espacios y tamaños que en el s. IX tuvieron su presencia.

Dato muy interesante es que la advocación a la Virgen de Cañosantos data de la época visigoda, aunque la historia o leyenda de la pérdida y reaparición de su imagen sea posterior. Es la patrona de Cañete y según los cañeteros, la imagen que hay que la iglesia de San Sebastián es la original aparecida en el s.XII en una cueva de Olvera tras esconderse cuando la invasión musulmana.

Hay que subir una cuesta para llegar al castillo; todos los castillos están en alto para poder vigilar posibles ataques y protegerse mejor; esa muralla de piedra sería la primera de las tres murallas que protegían la fortaleza, la de origen.

El castillo se ha reconstruido tal cual era en esta última década por una Escuela Taller, pero se puede decir que sus tres zonas, la torre del homenaje, murallas, aljibes, distribución, todo, se han reproducido como fueron en su tiempo.

EL HISN QANNIT fue una de las fortalezas que protagonizaron la guerra de fronteras en la comarca de Guadalteba.

Visitamos los tres recintos, ahí vemos unos compañeros de la Mirada Viajera.

El castillo tenía tres aljibes para suministro imprescindible del agua, estos se llenaban con el agua de lluvia y acarreando desde abajo. Ahí se ve uno bajo el paso de ronda desde donde se hacía guardia.

La torre del homenaje es actualmente un centro de Interpretación sobre Los Vigías del Territorio.

Es interesante hacer mención a lo siguiente: por excavaciones arqueológicas, se sabe que los primeros pobladores ocuparon ese monte que vemos desde el castillo y se llamó SABORA a este enclave.

Fue en el año 78 cuando la población, buscando un lugar más llano y fértil para vivir, le pide permiso al emperador Vespasiano y se desplaza a la actual Cañete, que se llamó Canit en época musulmana en los siglos VIII o IX, época de la construcción de la fortaleza . Más tarde, Alfonso XI le añadiría la Real a Cañete.

Bajando de nuevo al pueblo vimos el convento de San Francisco del s. XVII. Por dentro no se puede apreciar su embovedado porque está con una red, tienen que arreglarlo.

Después…visitamos el convento y la iglesia de las monjas carmelitas. Son monjas de clausura y hacen unos dulces muy ricos……y ahí estamos, haciendo cola para comprar pestiños y tortitas, ¡hay que llevar algo de recuerdo a la familia! Vemos la fachada del convento del Santísimo Sacramento.

Entramos luego en la iglesia, con una sola bóveda de medio cañón y en el exterior tiene unos contrafuertes de forma cilíndrica. Son muy interesantes las dos rejas, las del coro alto y la del coro bajo. Este convento se fundó en el siglo XVII.

Dejamos para el final la visita a la iglesia de San Sebastián, levantada en 1526 pero reconstruida en el XVIII.Llama la atención el colorido de su fachada, de su torre, y la bella portada barroca,de piedra.

Dentro tienen la imagen de la virgen de Cañosantos, patrona del pueblo.

Ahí vemos el retablo del altar mayor con san Sebastián. La iglesia tiene tres naves con bóveda de medio cañón y columnas toscanas.

No dejamos de ver y admirar esta joya gótica en forma de pila bautismal.

Aurora quería que viéramos también una torre vigía de la época de la fortaleza. Fuimos a ORTEGICAR que es donde se encuentra; la vimos de lejos porque está dentro de una propiedad privada y tampoco pudimos ver el puente nazarí, (de la época de la Alhambra y declarado BIC en 1985), un poco más lejos y cerca del río Guadalteba que pasa por esta zona de Cañete.

Después de almorzar seguimos camino a Campillos. El motivo era que como se nos había explicado, quien reconstruyó la iglesia de San Sebastián con esa bonita torre de ladrillos vista, fue el arquitecto Figueroa, eran varios hermanos, y queríamos comprobar el parecido con la torre de la iglesia de la Virgen del Reposo de Campillos, también con una construcción que llevó dos siglos y en el XVIII, la torre y la portada y por extensión, todo, se reseña como de Mateo de Figueroa.

La torre, de ladrillo, en color ocre, con cerámica vidriada en azules, es del estilo de la de San Sebastián de Cañete.

La portada, barroca, de piedra, está adosada a la fachada. Impresionante.

Los que tuvimos la suerte de ir, disfrutamos y aprendimos; fue un día de convivencia estupendo y todos felicitamos a los organizadores por el muy buen planteamiento, desarrollo e interés de las distintas visitas y distribución del tiempo.

Hasta la próxima. MCCF

Por Casyufera

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