Fuimos 57 compañeros los que realizamos un viaje a Sevilla los pasados días 3, 4 y 5 de este mes. Visita muy interesante y cargada de interés cultural.
A la hora programada, como es habitual en nuestros viajes, el autobús partía en dirección a la capital hispalense, con una parada cerca de Sevilla para un café, tras horas después de salir de Málaga, llegamos al Albergue Inturjoven donde nos entregaron la llave de la habitación, habitación confortable y amplia, y poco después bajamos a cenar. Tras ello, la mayoría, salimos a dar un paseo por los alrededores y otros estuvieron jugando al bingo en el albergue.
En la mañana del sábado iniciamos una visita guiada (Dani fue nuestro guía) por las calles del centro histórico de Sevilla para contemplar y escuchar las explicaciones del guía sobre diferentes monumentos, tales como: antigua Tabacalera (hoy universidad y rectorado), San Telmo (sede de la Presidencia de la Junta), hotel Alfonso XIII (de precio superior al de nuestro albergue), Puerta de Jerez y pasamos por delante del Alcázar y la catedral para adentrarnos en el inigualable barrio de Santa Cruz. Por sus estrechas calles llegamos a la “calavera de la Susona”, judeoconversa de finales del siglo XV, de la que nuestro guía se extendió contándonos su leyenda y, parada en los Venerables.
En el Hospital de los Venerables entramos, en tres grupos de 15-20 personas, para contemplar la extraordinaria exposición de los dos grandes maestros del Barroco (Velázquez y Murillo) y asimismo el resto del edificio. Quedó tiempo para tomar el aperitivo antes de volver a comer al Albergue.
La comida, en los tres servicios diarios, era servida mediante buffet y debemos considerarla correcta.
Por la tarde del sábado visitamos la catedral incluyendo la subida a la Giralda. En este caso, hay que recalcar que fue una visita excesivamente rápida para el gran valor artístico e histórico del monumento. Y continuamos recorriendo el barrio de Santa Cruz y Jardines de Murillo hasta la hora de volver para la cena. Terminada la cena hubo baile y chistes para aquellos que bajaron al salón social.
La mayor parte de la mañana del domingo la pasamos en los Reales Alcázares, donde siempre nos maravillaremos con el patio de las Doncellas, Del Yeso, de Las Muñecas, palacio del rey don Pedro… y sus interesantes jardines. Terminada la visita al Alcázar nos dirigimos a la plaza de España, obra cumbre de Anibal González y joya del neomudéjar andaluz y viendo, en el recorrido hasta la Plaza, distintos pabellones de la exposición Iberoamericana de 1929.
Poco después de las 14:30 h estábamos comiendo en el albergue y dos horas después, en camino para Málaga. Y hasta la próxima excursión.
Fco. Rguez.
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