Esta excursión ha permitido conocer un poco más la bella ciudad de Granada.
Expondremos un breve resumen de las explicaciones que nos dio nuestra guía, Elena, (que suele acompañarnos en estas salidas) sobre el Albaicín y que nos permitió observar detalles y saber qué estábamos viendo.
El Albaicín, barrio alto de Granada frente a la Alhambra, fue un asentamiento islámico de época del reino zirí y tuvo su mayor influencia con los nazaríes. Sus calles estrechas se extienden desde la parte alta- San Nicolás- hasta el curso del Darro y la calle de Elvira.
Disfrutamos del paisaje desde el mirador. En la plaza está la iglesia de San Nicolás del s. XV pero de poco valor arquitectónico, un aljibe y junto a la iglesia la mezquita mayor; visitamos su pequeño jardín con fuentes y el patio de las abluciones.
Para la canalización y distribución del agua puede haber unos 28 aljibes aun en uso de los que vimos varios… El Albaicín fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La vivienda tradicional es el carmen, rodeado de un alto muro que lo separa de la calle y con jardín o huerto interior.
Pasamos por la iglesia de san Miguel Bajo construida a principios del XVI sobre una mezquita y de la que se conserva el aljibe( s.XIII) junto a la puerta.
La iglesia de San José construida también en el s.XVI y sobre otra mezquita. Se conserva el alminar (s.X) sobre el que se añadió el campanario.
Descendimos por calle Calderería Nueva, calle llena de colores por las tiendecitas que mostraban objetos, vestimentas y con agradables olores que desprendían a cada tramo las especias, las hierbas digestivas o las maderas aromáticas.
Pasamos junto a la catedral y seguimos hacia la Gran Vía buscando ya el restaurante donde íbamos a almorzar.
Una vez repuestas las energías, nos dirigimos en autobús hacia la Alhambra.
Allí nos esperaba otra guía que nos mostraría, de los cinco itinerarios que se pueden visitar, el llamado “Transformaciones cristianas”.
Nos explicaron sobre maquetas la historia de esta ciudad fortificada que fue la Alhambra y estuvimos haciendo un recorrido por dentro y fuera del recinto.
La Acequia Real suministraba el agua a la población y vimos acequias y desagües que embellecían el paisaje frondoso, antes pelado, de secano, en sus trayectos de ida y retorno.
Por los distintos senderos pudimos apreciar las diferencias entre las torres altas y cuadradas -árabes -de las más bajas y redondas -cristianas-, así como puertas (de la Justicia, del Vino…), murallas, etc.
Citaremos el espacio cedido por los Reyes Católicos a los franciscanos, que a lo largo del tiempo fue palacio, convento, cuartel y actualmente parador de turismo . Allí, sobre la sepultura de los Reyes Católicos (antes de ser llevados a la Capilla Mayor) hay una bóveda de mocárabes muy bonita.
Finalmente visitamos el palacio de Carlos V. Recién casado con Isabel de Portugal vivió unos meses en la Alhambra y quedó tan enamorado que mandó construir este palacio de estilo renacentista; era el 1527 cuando se empezó a construir.
Junto a él está la iglesia que vimos por dentro y ya dirigiéndonos hacia el final del recorrido pasamos por el Partal con su magnífico estanque; vimos las llamadas caballerizas y dijimos adiós a tanta maravilla pensando en el próximo viaje para realizar otro itinerario y seguir sorprendiéndonos.
A lo muy interesante de toda nuestra actividad nos acompañó un día soleado y fantástico. (mccf)