Sábado 10 de Junio de 2017
Las personas que conocimos en la cuarta ciudad en número de habitantes de nuestra provincia, tras Málaga, Marbella y Mijas, nos recibieron el sábado 10 de junio con un interés digno de destacar. Empezando por nuestra guía Isabel siguiendo por todo el personal de los diferentes museos que visitamos e incluso, algún vecino, que se nos ofreció de “cicerone”.
El centro urbano de Vélez está cuidado y limpio, además de presentar numerosos monumentos que merecen conocerse.
A las 9 de la mañana fuimos 35 compañeros a esta excursión con la mirada puesta en las altas temperaturas que podíamos encontrarnos a lo largo del día, pero tuvimos suerte: nublado y no superó los 25 ºC.
Comenzamos la visita en la plaza de las Carmelitas contemplando la fachada de la iglesia y el convento que da nombre a la misma, lugar en donde encontramos el edificio del Ayuntamiento de la Villa. Continuamos por unas calles, semi-peatonales, empinadas y limpias, hasta llegar al palacio del Marqués de Beniel, bello edificio de principios del siglo XVII, hoy propiedad del ayuntamiento y sede de la delegación de cultura y de la fundación María Zambrano. En su primera planta vimos una exposición de libros y artículos personales de la filósofa veleña, y unas pinturas que le dedicaron Miró y Tapíes.
Siguiente parada: Casa de Cervantes, lugar donde se hospedó el genial escritor cuando fue recaudador de impuestos por estos lugares (Comisario real de la Hacienda de Felipe II), trabajo nada agradable pues se dedicaba a requisar cereales a los agricultores para abastecer los barcos del rey y estos eran reacios a la entrega de sus productos pues, como siempre, la Administración paga mal y muy tarde. La casa cervantina tiene una exposición de paneles y un video sobre el autor del Quijote.
Callejeando vimos el camarín de la Virgen de la Piedad: capilla que se abre a 3 calles y que cuenta con mucha devoción en esta tierra y a través de los cristales intuíamos unos frescos de Evaristo Guerra.
En nuestro recorrido hacia el museo de Vélez pasamos por la iglesia de San Juan (cerrada) y nos detuvimos para ver la exposición del Pósito de la ciudad, seguimos nuestro recorrido haciendo una breve parada ante la espléndida fuente de Felipe II-Fernando VI y llegamos al buen edificio que alberga al recientemente inaugurado MUVEL. El museo presenta diferentes objetos de los distintos pueblos que han pasado por la región desde la Prehistoria a la actualidad, destacando algunas ánforas romanas muy bien conservadas y algunos útiles fenicios y muchos, quizá demasiados, carteles explicativos de esas culturas y también del aceite o del vino.
Para coger el autobús para dirigirnos al restaurante atravesamos el Parque de Vélez donde había unos puestos de degustación de cervezas artesanales. A pesar de escaso tiempo disponible, a más de uno le dio tiempo de tomar una cervecita sin detener la marcha. Comimos en “Los Migueles” muy bien y unos platos con comida en abundancia. Tras el café, al bus de nuevo.
A las cinco de la tarde nos encontrábamos en la ermita de “Los Remedios”. La ermita ocupa un cerro desde el que se divisa toda la ciudad de Vélez y con el mar al fondo. El interior de la ermita mejora, si cabe, las vistas exteriores. Todas sus paredes son ocupadas por los espléndidos frescos del pintor, de esta localidad, Evaristo Guerra. Y terminamos nuestro recorrido con la visita a lo que fue fábrica de azúcar “Nuestra Señora del Carmen” hoy museo del azúcar de caña, lamentablemente con escaso material de la fábrica, buenas explicaciones en sus paneles y como sorpresa final, en su tercera planta, una extraordinaria exposición de plancha de ropa, que merece la pena visitar.
Y vuelta a casa tras el corto espacio que nos separa de la capital de la Axarquía.
FRC