Vie. Dic 6th, 2024

Seguimos Caminando.

Hoy día 5 de febrero 2019, iniciamos nuestro Paseo Saludable Cultural a las 10:30 horas, partiendo desde el patio de nuestro Centro Perchel.

El objetivo para hoy es conocer algo más de nuestra Málaga y para eso, nuestro compañero Valeriano Cantos, nos llevará donde antiguamente estaban situadas las “Puertas y los Postigos de la Muralla Antigua de Málaga que daban al mar” y nos dará una lección magistral de historia malagueña.

Hoy salimos caminando para nuestra actividad, 76 compañeros “51 mujeres y 25 hombres.

Después de caminar un rato llegamos al comienzo de nuestra ruta. La Catedral de Málaga donde se encuentra el postigo de los Abades, así que comenzamos el relato:

Málaga estaba cerrada en su totalidad por una muralla, que si bien en un tiempo nació romana y ampliada fenicia, terminó siendo árabe, ya que fueron los moros los que vivieron aquí hasta que los Reyes Católicos tomaron la ciudad tras gran batalla y asedio, razón por la que muchas partes de la muralla fueron destruidas y reconstruidas después a manos de cristianos. Muchas partes de esta muralla tienen torreones de defensa, otras alcabalas para el pago de ese impuesto que llamaban almojarifazgo. Para entrar y salir de Málaga había que utilizar las puertas principales ó por los postigos que eran puertas más pequeñas y menos importantes.

Comenzamos por el “Postigo de los Abades”, un lugar por donde se encontraban los pícaros, vagos, maleantes y gente que se dedicaba al contrabando. Se llamaba así porque por él en tiempos pasados salían los canónigos para pasear y por eso recibe el nombre de “El Paseo de los Curas”.

Seguimos juntos buscando “Puerta Oscura”, que es la entrada a la Alcazaba y desde donde partía el Camino de Vélez, esta puerta estaba custodiada por soldados y recaudadores, ya que estaba al lado la Aduana de la Pasa que movía mucho capital. Se llama Oscura porque la torre construida por Abderramán I, gran caudillo árabe, le quitaba el sol y la hacía totalmente sombría, estuvo cegada hasta 1667 cuando el Cabildo volvió a ponerla en uso.

Seguimos por la “Puerta de la Caba” qué unía la Medina con la Alcazaba.

La “Puerta de los Siete Arcos” que permitía que se pudiera pasar por detrás del castillo de los Genoveses.

La “Puerta de Espartería”, aunque en realidad es la del Baluarte, porque la de Espartería que estaba cerca, se demolió en 1675 por el mismo marqués de Villafiel, que ordenó poner puertas nuevas, pero como no había madera suficiente en la ciudad, mandó que los habitantes de Málaga le entregaran las de sus casas y así se hizo, aunque después la Puerta se reforzará con chapas de hierro traídas desde Vizcaya y Granada. Para evitar que el agua se acumulase cuando al Guadalmedina le daba por desbordarse, se dispuso que su parte de abajo no estuviera cerrada sino fabricada por barrotes de hierro.

La “Puerta del Mar”, era en realidad  la principal vía de comunicación entre la Plaza Mayor y la Ensenada, donde atracan los barcos. Tenía gran movimiento de mercadeo y de soldadesca, por eso, los Reyes Católicos mandaron construir otra puerta por donde empieza la calle Nueva. Tenemos, pues, dos Puertas del Mar, la antigua árabe y la nueva, cristiana y, entre las dos puertas, estaba el Corral de Toribio de la Vega, el cocinero de sus majestades. En este espacio, en el siglo XVI se arregló una capilla, se colocó una imagen donada por una feligresa y se nombró un capellán para dar misa todos los días.

Puerta de “Las Atarazanas”, donde acaba esta muralla que bordea el mar, había un espigón que partía desde este Castillo hasta el mar, terminando el recorrido, en una torre que se llamaba “Torre del Clamor”, porque desde allí se llamaba a la oración en época de los árabes en la Mezquita había. Esta torre se desmochó, para poder artillarla, por eso, desde entonces todo el mundo la conoce como Torregorda.

Más historia: Cuando Mohamed V, en el año 1362, deja su exilio en Fez y vuelve a Málaga para reconquistar el reino nazarí, se alía con Pedro I, para destronar a su cuñado Mohamed IV. Su segundo reinado duró 3 años esplendorosos, embelleciendo la Alhambra, construyendo el Patio de los Leones y, como Málaga le había ayudado, restaura sus murallas fenicio/romanas y levanta la “Puerta de Atarazanas”, que aún se conserva. En la portada está su escudo con la leyenda “Dios es vencedor, ensalzado sea”. Esta Puerta de Atarazanas tenía 6 arcos para que fondearan los barcos.

Acabamos sobre las 12:30 horas se termina el paseo por las Puertas de las Murallas pero seguíamos teniendo ganas de más historia de Málaga, así que nos fuimos a visitar el Museo de Artes y Costumbres Populares.

Os digo algo sobre el museo: el Museo de Artes y Costumbres Populares de Málaga tiene como objetivo la conservación y recuperación del patrimonio etnográfico de la ciudad.

El recorrido nos permite conocer la historia de Málaga y su provincia, sus costumbres, y actividades en el siglo XIX.

Todo aquel que se acerque a este espacio museístico podrá pasear entre carruajes, contemplar oficios como la forja, la panadería o la imprenta, descubrir la elaboración del vino y el aceite o conocer el mundo rural, el folclore o la religión popular.

El museo se divide en dos plantas y 19 salas. La planta baja está centrada en el ámbito rural mientras que en la planta superior se muestran los usos del núcleo urbano.

El visitante tras atravesar el patio podrá entrar en la “Cuadra” donde el suelo empedrado da señales del tránsito de caballos por la zona. Es aquí donde se pueden ver carruajes, arreos y complementos diversos que utilizaban los animales de carga, incluso se muestran varias monturas.

En la Fragua se expone una  auténtica herrería con algunos articulados realizados en ella como los soportes de las farolas, llaves o las clásicas rejas típicas de la zona. La Tahona muestra todo el proceso relacionado con la elaboración del pan y la sala Pesca una de las industrias más importantes e históricas de Málaga.

El Humero es en realidad la reproducción de una cocina de la época que da paso al Comedor con todo tipo de mobiliario y menaje típico de esa época.

El Vino muestra los diversos oficios de la viticultura y enología haciendo hincapié en la importancia de los caldos malagueños. En este mismo aspecto está la Almazara con el cultivo y producción de aceite de oliva. Se pueden ver utensilios para la recogida de la aceituna como la zaranda para cernir la aceituna y separarla de la hoja, las haraperas o soplillos para la zaranda entre otros.

En la planta superior se pueden descubrir las costumbres burguesas con trajes decimonónicos, el despacho, el gabinete y el dormitorio completan la visión de cómo se vivía en la ciudad. Unos de los artículos más especiales de este espacio son la casa de muñecas y los vestidos infantiles.

Y para finalizar la ruta la cerámica, religión y folclore de los malagueños. En unas vitrinas hay expuestas diferentes prendas de encaje de blonda representado en las mantillas que representa la labor de la encajería. Un mantón de Manila de seda bordada en colores es muestra del arte del bordado.

Un pedazo de museo en el que viajas por el tiempo por toda la historia de Málaga. Quien no lo conozca que vaya a visitarlo. No se arrepentirá.

Bonita mañana, buen paseo, buena compañía y bonita actividad. ¡¡Que más se puede pedir!!.

¡¡¡Hasta otro día compañeros!!!                A. Abu

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Por Casyufera