El martes 12 de marzo realizamos una visita al santuario de la Victoria muy bien guiados por un voluntario de la asociación cultural “el Zegrí”. La visita incluyó un completo y minucioso recorrido por la cripta, el camarín de la Virgen y la iglesia.
La Iglesia está construida en el lugar en el que Fernando el Católico instaló su campamento para la conquista de Málaga en 1487. Lugar elevado desde el que se divisaban las cercanas murallas de la ciudad y en el cual los frailes franciscanos conocidos como “los Mínimos” (Orden fundada en el siglo XV en Italia por San Francisco de Paula y se consideraban a sí mismos como los más pequeños de todos los religiosos).
La Cripta de la basílica fue edificada por orden de los condes de Buenavista (su palacio es el actual Museo Picasso) y es un lugar de meditación sobre la muerte y el pecado. Destaca la blanca yesería sobre las negras paredes, yesos que representan a la muerte en distintas formas y simbologías. El mausoleo de los condes de Buenavista los representa de rodillas sobre sus sarcófagos y mirando al altar presidido por una cruz de oro (no es la original).
El Camarín es de estilo barroco, de planta octogonal (tan habitual en el barroco) y una altura de 22 metros hasta la linterna de la adornada cúpula. En el Camarín de la Virgen se encuentra la imagen de Santa María de la Victoria en un baldaquino que se alza sobre cuatro ángeles con columnas en forma de estípite. Cuatro atlantes sostienen la peana de la Virgen, con otros cuatro ángeles que sostienen la corona de la Virgen.
La Iglesia es una construcción de principios del siglo XVIII edificada sobre la antigua de la que conserva el retablo del altar mayor dedicado a San Francisco de Paula. Es de estilo barroco con tres naves. La Iglesia fue obra de Felipe de Unzurrunzaga –que también tuvo intervenciones en las parroquias de Santiago y del Sagrario, y en Ronda- por encargo de los condes de Buenavista.