Ruta de Senderismo día 23 de octubre de 2015.
8:00Horas, C/ Góngora, como siempre todos los compañeros/as puntuales para embarcar en el autocar que nos llevará a Casares, y en dicho autocar íbamos un total de 55 personas “29 mujeres y 26 hombres”, pues nada, la verdad es que siempre hay un muy buen rollo entre todos y eso hace que sea más divertido. Trayecto relativamente corto pero entre bromas y demás, se nos hizo muy rápido, llegamos a Casares y paramos a desayunar en el restaurante “Venta Mari Cruz”, todos con buen apetito y si además te ponen esa zurrapilla y esas rebanadas de pan cateto, pues mejor imposible.
Desayunamos muy bien, llegaron los guías y nos fuimos todos a comenzar el sendero jejejeje. El sendero de la Sierra Crestellina pintaba muy bien pues desde el comienzo se veía que tenía guasa la cosa, tanta guasa tenía que algunos/as no quisieron intentar subir pues se veía que era duro, duro, duro. Teníamos por delante una subida de dos pares, muy fuerte y pronunciada. Una subida en pendiente de no te menees, tela marinera. Pero nada, empezamos la subida poco a poco y después de un gran esfuerzo, por parte de todos los senderistas, llegamos a la cima, y aquí empieza la segunda parte de la historia.
Antes de llegar a la cima, nuestra guía nos dice ¡¡seguir las marcas verdes que hay por el sendero!!. Y nosotros obedientes buscando las marcas por todos los sitios. Hay que decir que entre unos que andan muy rápidos, otros que andan un poquito lento y otros que andan entre unos y otros, el grupo se rompió en varios grupitos y ya se lió el taco. El grupito donde iba un servidor se componía de 3 hombres y 4 mujeres. Por delante no veíamos a nadie, por detrás tampoco. ¿Qué hacemos? pues nada, tomamos la decisión de seguir, siempre buscando las marcas verdes para no perdernos, llegamos al refugio y allí comenzaba la bajada.
Si la subida fue empinada y difícil, la bajada fue peor, una torrentera llena de piedras y barro muy difícil de caminar; había que ir con mucho cuidado para no tener caídas ni torceduras, por que por allí no subían ni burros (difícil el rescate). Nos estamos convirtiendo en buenos senderistas porque bajamos sin ningún percance. Todos ilesos al final, pero siempre hay personas un poco protestonas: ¡por aquí no es!, ¡por aquí no se va!, ¡por aquí estamos perdidos! etc…etc… Llegamos al final del sendero y todavía seguían con sus quejas. Gente de poca fe, y mira que se veía el pueblo al fondo.
Nuestro grupito terminó el sendero y a esperar al resto de compañeros que, por suerte para ellos, bajaron por otro camino sin tanta pendiente y sin tanto peligro. Llegaron y nos fuimos a almorzar al restaurante “Venta la Molina” donde se comió perfectamente, un primer plato potente -potaje de garbanzos con jibia- que estaba de rechupete y acompañado con buen vino para disfrutarlo, de segundo cada uno pidió lo que quiso pues había varios platos. Terminamos de comer y nos llegamos a la fábrica de quesos “Quesos Sierra de Crestellina” donde nos pusieron una súper degustación de varios tipos de quesos riquísimos, tanto que casi todos compramos al menos uno de ellos. También se compró pan cateto en una panadería junto a la fábrica de quesos y con esa actividad acabamos el senderismo de La Sierra de Crestellina (Casares). Todos felices y contentos de haber pasado un día maravilloso.
Verdaderamente al senderismo de hoy le pongo una nota de 10.
¡¡Hasta otro día compañeros!!.
23 de Octubre 2015 A. Abu
Ver video: https://youtu.be/nlSsqlB49VI